Columna de Opinión de : @dany_riffo

Mientras otras comunas realizan hoy primarias electorales, nuestra querida ciudad lacustre, la segunda más grande de la región se enfrenta a una peculiaridad democrática. Donde salta a la vista la siguiente pregunta, ¿qué sucede cuando una cancha está lista para el partido, pero los jugadores nunca aparecen?.

En las calles de Villarrica, el murmullo del viento y la lluvia se confunde con la ausencia de los candidatos que deberían animar el juego político. ¿Dónde están aquellos dispuestos a liderar nuestra comunidad?, especialmente aquellos con mayorías electorales ¿Acaso el partido ya tiene un equipo predilecto sin que se haya lanzado el primer balón?. La falta de competidores en la contienda electoral de Villarrica podría interpretarse como un indicio de que el trofeo ya tiene destinatario antes de que se dé el pitazo inicial. ¿Estamos ante un juego amañado, donde las reglas democráticas se tambalean en favor de un sector político sin que nadie se atreva a disputarle?

El debate de ideas, el contraste de opiniones y la participación activa son pilares fundamentales de cualquier proceso electoral saludable. ¿Cómo podemos garantizar el bienestar de nuestra comunidad si el diálogo y la diversidad de enfoques brillan por su ausencia?.

En este contexto, la falta de primarias no solo es un tema técnico, sino un llamado de atención sobre la salud de nuestra democracia local. ¿Estamos conformes con un partido donde el ganador parece decidido de antemano? ¿O debemos exigir un juego más equilibrado, donde todas las voces tengan la oportunidad de ser escuchadas? Es hora de asegurarnos, que el juego de la democracia en nuestra ciudad sea verdaderamente vibrante y representativo de todos sus habitantes, o bien conformarnos con la lógica del mal menor que precisamente lo que la ciudadanía rechaza, un claro ejemplo de esto fue la votación del segundo plebiscito del proceso constitucional de 2023 en nuestra ciudad, donde hubo 2.875 votos nulos y blancos que representan un 5% del electorado superando ampliamente los votos de la misma especie en las últimas elecciones municipales del 2021 en Villarrica donde cerca del 1% del electorado anuló su voto. ¿Qué nos está diciendo este aumento de votos nulos y blancos? En primeria instancia que la clase política no está logrando conectar con la ciudadanía, y en segunda que Si no hay propuestas sólidas, si no hay liderazgo genuino, la respuesta puede ser el voto nulo o blanco. Es la manera de la gente de decir: “Queremos algo más, queremos participación real”.

Villarrica merece un juego democrático justo y transparente, donde todos y todas las jugadoras tengan la oportunidad de mostrar su mejor versión. No permitamos que la cancha se convierta en un escenario donde el partido ya está resuelto o peor donde solo ganan los partidos (políticos) que dominan la comuna y aquellos que han desistido de dar la contienda electoral.

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