Históricamente los productores mapuche locales han hecho uso del bandejón central de Avenida Balmaceda en la capital regional, como centro de comercialización de variados productos vegetales y frutícolas, actividad económica considerada fundamental para el desarrollo regional y especialmente, para el abastecimiento de alimentos frescos tanto para Temuco como sus alrededores.
Actualmente, y producto de la decisión de la máxima autoridad comunal de implementar una ordenanza de ordenamiento urbano, los hortaliceros han sido obligados a abandonar el sitio donde por costumbre han comercializado sus productos; esto, los mantiene en conflicto con la Municipalidad de Temuco, por lo que se han visto obligados a iniciar diversas movilizaciones desde el año pasado.
Si bien no es la primera vez que los alcaldes de Temuco intentan despojar al pueblo nación mapuche de sus costumbres y sus formas de economía, llegando incluso a criminalizar esta actividad e iniciar querellas contra productores y vendedores, el conflicto se ha agudizado bajo la última administración comunal, de quien existían otras expectativas políticas de trato, por cuanto al asumir en el cargo en junio de 2021 partió “pidiendo perdón a las hortaliceras por años de discriminación y malos tratos”.
El conflicto hortaliceros-municipio de Temuco cuenta con fórmulas concretas de solución en el marco legal vigente; una de ellas, sería utilizar la consulta indígena conforme el Convenio 169 de la OIT. Sin embargo, en la actualidad la decisión municipal es una acción inconsulta que no considera la larga data del comercio en Avenida Balmaceda, y mucho menos el derecho a la participación de los pueblos.
En octubre de 2023 – y fuera del mencionado estándar legal- se intentó una mesa de diálogo entre el municipio de Temuco y la agrupación de Productores Mapuche; sin embargo, en marzo de este año y tras 6 meses de conversación infructuosa, se puso fin a las negociaciones. Esto, debido a que el Alcalde Neira y un grupo de concejalías manifiesta abiertamente la necesidad de “recuperar” el eje Balmaceda/Pinto, sin reconocer que ese espacio ha sido utilizado por muchos años para el comercio de verduras, frutas y hortalizas, y que significa la articulación productiva de muchos territorios así como el sustento de muchos pequeños productores agrícolas, en su mayoría del Pueblo Mapuche.
Ayer – en una nueva jornada de movilizaciones – simbólicamente los participantes instalaron una mesa afuera del Municipio, con una silla disponible para que el alcalde Neira se siente por fin a dialogar de manera abierta y honesta pues -tal como han manifestado desde la Asociación de Productores – ellos están abiertos a buscar soluciones reales a esta situación. A pesar de esta apertura al diálogo y la negociación, el alcalde no se presentó a conversar y cerró las puertas del edificio consistorial, muy en sintonía con la decisión de hace unos días de querellarse en contra de los productores ante la amenaza del desabastecimiento.
Sin duda las movilizaciones continuarán, mientras el problema no se aborde de manera integral, y las autoridades incumbentes no entiendan que dadas las particularidades del territorio que habitamos, así como el derecho de los pueblos a ejercer sus propias prácticas económicas, las soluciones deban contemplar necesariamente la voz de quienes por años han abastecido Temuco desde ese variopinto mercado al aire libre que es Balmaceda.
En tanto, se espera que próximamente se sigan levantando instancias de diálogo pero que se desarrollen en el marco legal, de buena fe y considerando todas las variables propias de problemas de esta naturaleza, en donde el diálogo permita explicar y entender que tipo de ciudad queremos construir, sin perder de vista las prácticas propias.
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